Dedicada
a la biblioteca,
pegada
a mí desde hace cuatro años.
Julia V. F.
(Curso 2021-22)
Me
encargan altas esferas
de
este centro en que trabajo
que
escriba un texto cuidado
para
cubrir con esmero
un
espacio destacado
de
la Xuncos, la revista
que
ya echábamos de menos,
pues
ya lleva un par de años
callada,
pues la ha callado
un
virus harto molesto
que
ha conseguido a un tiempo
cerrar
de alumnos y profes
las
bocas con tapabocas
y
abrir las aulas al viento,
a
la lluvia y a los truenos.
Y
este señalado hecho
ha
permitido, no miento,
que
andar por estos pasillos
sea
igual que pasear
en
las fiestas de tu pueblo,
entre
tómbolas y puestos,
cada
uno con su cantar,
sin
orden y sin concierto,
cada
uno con su lección,
cada
libro, su maestro.
Y
el encargo no era otro
que
hablar de la biblioteca,
noble,
elevado lugar,
que
acoge a sus visitantes
entre
tan insignes letras,
que
viste de inteligencia
nuestras
desnudas cabezas.
Y
ese objetivo sublime
de
cubrir con la cultura
la
necedad de la gente
es
lo que básicamente
busca
este espacio ideal.
Y
complementa la clase
del
sufrido profesor
que
por hacerla mejor
también
se deja arropar
por
este lugar sin par
convertido
en corazón
de
nuestro centro en cuestión.
_¿Y
dónde está el corazón
del
que con esmero hablas?
_Pues
en el piso de abajo.
De
arriba fue trasladada,
mas
no para degradarla,
sino
para aprovechar
zonas
del centro cerradas
y
darle así el mejor uso
si
antes nadie se lo daba.
Apréndete,
pues, el dato:
arriba
tocan y cantan,
abajo
leen y charlan,
y
los más listos, trabajan.
_¿Y
como buen corazón
se
divide en varias partes,
tiene
su circulación
y
regularmente late?
_¡Por
supuesto, cómo no!
Tiene
tres zonas muy claras:
Biblioteca
principal
Parnasillo
y la Terraza.
La
que llamo principal
tiene
variados estantes:
de
narrativa, de cómic,
de
teatro, poesía,
idiomas,
lectura fácil,
todas
las ciencias, las artes,
también
tenemos revistas,
los
juegos cooperativos
y
nuestra filosofía,
que
resiste con paciencia
a
leyes educativas.
¿Que
te gusta el reciclaje?
¿Feminista
hasta la médula?
¿Que
te va eso de cuidarte?
¡No
tienes más que pasarte
por
la biblio principal
para
poder encontrar
aquello
que más se adapte
a
tu forma de pensar!
¿El
Parnasillo? ¡El mejor!
pues
es morada de musas,
y
entre sus viejos estantes
guardan
con amor de madres
las
ordenadas criaturas,
alfabéticos
infantes,
que
esconden entre sus hojas
las
más variadas lecturas.
Gustan
estas dulces diosas
de
decorar su morada,
por
eso acogen con mimo
esa
exposición pensada
para
honrar alguna fecha,
o
a mujeres destacadas;
y
esa artística muestra
de
arte muy sustancial;
y
las creaciones de ciencias,
tecnología
o las lenguas.
¡Pues
ahora, atento lector,
presta
atención a esta historia!
Cuando
se cansan, ven pelis,
yo
no sé cómo ni dónde,
pero
cuenta la leyenda
que
cuando el centro se cierra
nueve
musas en pijama
proyectan
en la pantalla
la
película que quieran,
se
sientan en los sillones
y
a la mañana siguiente
señoras
de la limpieza
recogen
las palomitas
que
dejaron en las mesas.
_¿Lo
sabías tú?
_¡Ay,
yo ni idea!
Pero
vamos a lo nuestro,
que
casi no me acordaba,
que
nos falta aún otra zona,
la
Terraza se llamaba.
Un
helecho gigantesco
preside
la nueva estancia;
mesas
de jardín permiten
de
ajedrez largas jugadas;
y
un banquito de madera
genera
charlas muy largas,
un
parchís o un tres en raya;
mesas
grandes para grupos
completan
esta terraza,
que
se goza en primavera,
pero
en invierno te escapas.
Para
pandemias es maja,
pero
para el día a día
me
quedo dentro del aula.
¡Mas
no se asuste la gente,
que
aún nos queda mejorar
con
cierres, con más calor,
con
luces, un portalón
y
quizás la abran al patio,
pero
de esto no hay certeza,
pues
el dinero se aleja
y
los sueños sueños son.
Pero
bueno, a lo que vamos,
¿decías
si es corazón
y
si tenía sus partes?
¡Pues
te he dado la razón!
¿Y
preguntabas también
si
este sistema sin par
posee
circulación?
Pues
lo puedes comprobar:
aquí
las obras se llevan
se
vuelven a retornar,
y
otra persona lo mismo,
la
de aquí, de más allá,
y
venga a prestar las obras,
y
de nuevo a renovar.
_
¿Y se oyen de este corazón
los
latidos regulares
o
es solo una ficción
que
imaginarse no cabe?
_Ah,
escéptico lector,
¿no
te he dado muestras ya
de
la vida que palpita
tras
estas blancas paredes?
¡Esto
está lleno de gente!
Alumnado
que se forma,
profesorado
que aprende,
lecturas
obligatorias,
“horas
de ler” diferentes,
actividades
de todo,
exposiciones
en serie,
charlas
de muchos colores,
arden
los ordenadores,
arte
que llena paredes,
también
la música ambiente,
y
libros que solo crecen
y
que nos hacen medrar...
Saber
que ocupa lugar,
y
el lugar es solo este,
y
no me preguntes cuál,
¡tienes
que saberlo tú!
¿No
la oyes palpitar?
¡Esta
es nuestra @biblioxún!
Ligazón á revista Xuncos (curso 2021-22): https://drive.google.com/file/d/12ZwPB04jzSmE-OoI0n0JL-lihbV_t1zg/view?pli=1